Varios de nuestros lectores han tenido a bien responder al llamado que
hemos hecho en nuestro primer número, con relación al suministro de
informaciones. Un gran número de hechos nos han sido señalados, entre los
cuales los hay de mucha importancia, por lo que les estamos infinitamente
agradecidos, y no menos gratos por las reflexiones que a veces los acompañan,
aun cuando las mismas revelan un conocimiento incompleto de la materia:
ellas darán lugar a esclarecimientos sobre los puntos que no hayan sido bien
comprendidos. Si no hacemos una mención inmediata de los documentos que
nos han sido suministrados, no es porque pasen inadvertidos; siempre
tomamos buena nota de los mismos para tarde o temprano aprovecharlos.
La falta de espacio no es la única causa que puede demorar su publicación,
sino también la oportunidad de las circunstancias y la necesidad de
relacionarlos con los artículos de los cuales pueden ser útiles complementos.
La multiplicidad de nuestras ocupaciones, junto a la extensión de la
correspondencia, nos pone a menudo en la imposibilidad material de
responder como quisiéramos, y como deberíamos, a las personas que nos
hacen el honor de escribirnos.59 Por lo tanto, les rogamos encarecidamente no
tomar a mal un silencio que no depende de nuestra voluntad. Esperamos que
su buena voluntad no se enfríe por esto, y que consientan en no interrumpir de
modo alguno sus interesantes comunicaciones; a este efecto, llamamos
nuevamente la atención sobre la nota que hemos dado al final de la
Introducción de nuestro primer número,60 con relación a las informaciones que
solicitamos la bondad de enviarnos, rogándoles, además, que no omitan
decirnos cuándo podremos hacer mención de los lugares y de las personas, sin
inconvenientes.
Las observaciones anteriores se aplican igualmente a las cuestiones que nos
son dirigidas sobre los diversos puntos de la Doctrina. Cuando requieren
desarrollos de una cierta extensión, nos es aún menos posible darlos por
escrito, ya que muy frecuentemente deberíamos repetir lo mismo a un gran
número de personas. Como nuestra Revista está destinada a servirnos de
medio de correspondencia, esas respuestas allí encontrarán naturalmente su
lugar, a medida que se presente la ocasión de tratar dichos temas, y esto será
más ventajoso, puesto que las explicaciones podrán ser más completas y del
provecho de todos.
ALLAN KARDEC