EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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58. ¿Será el fin del mundo lo que Jesús anuncia con su segunda venida, así como cuando dice que “el Evangelio será predicado por toda la Tierra, y entonces vendrá el fin”?


No es lógico suponer que Dios habrá de destruir el mundo justamente en el momento en que éste ingrese en el camino del progreso moral a través de la práctica de las enseñanzas evangélicas. Por otra parte, en las palabras de Cristo no hay nada que indique una destrucción universal, que en esas condiciones no se justificaría.


Dado que la práctica generalizada del Evangelio determinará una mejora en el estado moral de los hombres, por eso mismo introducirá el reino del bien y provocará la caída del mal. Se trata, por consiguiente, del fin del mundo viejo, del mundo gobernado por los prejuicios, el orgullo, el egoísmo, el fanatismo, la incredulidad, la codicia y todas las malas pasiones, a las que Cristo hacía alusión al decir: “Cuando el Evangelio sea predicado en toda la Tierra, entonces vendrá el fin”. No obstante, para llegar, ese fin ocasionará una lucha, y de esa lucha sobrevendrán los males que Él había previsto.