EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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14. El resultado final de un acontecimiento puede, por lo tanto, ser seguro, porque se halla en los designios de Dios. No obstante, como la mayoría de las veces los detalles y el modo de ejecución están subordinados a las circunstancias y al libre albedrío de los hombres, los métodos y los recursos pueden ser eventuales. Los Espíritus podrían hacer que presintamos algo en relación con el conjunto, si fuera conveniente que se nos avisara; pero para la determinación del lugar y la fecha, sería preciso que conociesen previamente la decisión que adoptará este o aquel individuo. Ahora bien, si esa decisión todavía no está en su mente, ese individuo podrá anticipar o postergar la realización del hecho, según cuál llegue a ser esa decisión, o bien modificar los medios secundarios de acción, aunque se llegue siempre a producir el mismo resultado. Así, por ejemplo, los Espíritu pueden, en razón de las circunstancias, prever que una guerra está relativamente próxima, que es inevitable, sin que por eso estén en condiciones de predecir el día en que comenzará, ni los incidentes pormenorizados que dependan de la voluntad de los hombres.