EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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21. En el estado actual de inferioridad y extrema limitación de sus facultades, los hombres no pueden comprender a un Dios infinito, de ahí que lo conciban como un ser limitado y circunscrito, es decir, un dios a su imagen y semejanza. Los cuadros que lo muestran con apariencia humana contribuyen a sostener ideas equivocadas en el espíritu de las masas, quienes adoran a Él más en la forma que en el pensamiento. Para la mayoría Dios es un gran rey que está sentado en un trono inaccesible, perdido en la inmensidad de los cielos, y debido a lo limitado de sus percepciones y facultades no comprenden que Dios pueda dignarse intervenir en sus pequeñas cosas.