EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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20. La destrucción recíproca de los seres vivos es una de las leyes de la Naturaleza que menos parece armonizar con la bondad de Dios. Uno se pregunta, ¿por qué esa necesidad de destruirse unos a los otros para alimentarse? Quien sólo ve la materia y limita su visión a la vida presente puede parecerle ésta una imperfección de la obra divina. En general los hombres juzgan la perfección de Dios según sus propios puntos de vista, miden la sabiduría divina de acuerdo con sus juicios y creen que Dios obra como ellos mismos lo hacen. Su limitada visión no les permite apreciar el conjunto, no son capaces de comprender que de un mal aparente pueda surgir un bien real. Sólo el conocimiento del principio espiritual, considerado en su verdadera esencia, y la gran ley de unidad que constituye la armonía de la Creación, pueden darle al hombre la llave de ese misterio y mostrarle la gran razón y sabiduría providencial, precisamente donde antes veía anomalías y contradicción.