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EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS > SEGUNDA PARTE - DE LAS MANIFESTACIONES ESPÍRITAS > CAPÍTULO II MANIFESTACIONES FÍSICAS – MESAS GIRATORIAS > 62
62. No hay ningún indicio de la facultad mediúmnica; la
experiencia sólo puede hacerla conocer. Cuando en una reunión
se quiere ensayar, es preciso sentarse simplemente alrededor de
una mesa y colocar las manos extendidas encima, sin presión ni
contracción muscular. Al principio, como se ignoraban las causas
del fenómeno, se indicaron muchas precauciones, reconocidas
después absolutamente inútiles; tal es, por ejemplo, la alternativa
de los sexos, y también el contacto de los dedos pequeños de las
diferentes personas, formando una especie de cadena no
interrumpida. Esta última precaución había parecido necesaria
cuando se creía en la acción de una especie de corriente eléctrica;
después la experiencia ha demostrado su inutilidad. La sola
prescripción rigurosamente obligatoria es el recogimiento, un
silencio absoluto, y sobre todo la paciencia, si el efecto se hace
esperar. Puede ser que se produzca en algunos minutos, como
puede tardar media hora o una; esto depende de la potencia
mediúmnica de los cooperantes.