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EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO > CAPÍTULO XXVIII - Colección de oraciones espiritistas > III. - ORACIONES PARA OTRO > Para los enemigos del espiritismo > 50
50. Bienaventurados los que han hambre y sed de justicia, porque serán hartos.
Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados sois cuando os maldijeren, y os persiguieren, y dijeren todo mal contra vosotros mintiendo, por mi causa. Gozaos y alegraos porque vuestro galardón muy grande es en los cielos. Pues así también persiguieron a los profetas, que fueron antes de vosotros. (San Mateo, cap. X, v. 6, 10, 11 y 12).
Y no temáis a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma; temed antes al que puede echar el alma y el cuerpo en el infierno. (San Mateo, cap. X, v. 28).
Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados sois cuando os maldijeren, y os persiguieren, y dijeren todo mal contra vosotros mintiendo, por mi causa. Gozaos y alegraos porque vuestro galardón muy grande es en los cielos. Pues así también persiguieron a los profetas, que fueron antes de vosotros. (San Mateo, cap. X, v. 6, 10, 11 y 12).
Y no temáis a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma; temed antes al que puede echar el alma y el cuerpo en el infierno. (San Mateo, cap. X, v. 28).